8 de junio de 2018
OPINIÓN. HOY, VIERNES 8 DE JUNIO. Envío de Dr. Francisco Bernard.

Juan Bautista Alberdi, padre de la Constitución que aún nos rige, fue formado en las avanzadas ideas del liberalismo de su época y no caben dudas de que las incorporó a nuestra Carta Magna.
"La libertad es el derecho que cada hombre tiene para emplear sin traba alguna sus facultades en el conseguimiento de su bienestar y para elegir los medios que puedan servirle a este objeto.
OPINIÓN. HOY, VIERNES 8 DE JUNIO. Envió : Dr. Francisco Bernard.
El pensamiento liberal de Alberdi.
En una nota publicada en el diario ABC de España, la ex Presidente de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se preguntaba:" ¿por qué el liberalismo, la filosofía social y política que más ha contribuido a emancipar al hombre de todo género de servidumbres y que más ha ayudado a salir de la miseria a todos los pueblos que la han puesto en práctica, despierta tanta animadversión y es objeto de tantas tergiversaciones y calumnias?
¿Por qué tras el estrepitoso fracaso del comunismo, su legado de miseria, de represión y de crímenes, sigueteniendo defensores?
Es más, ¿cómo es posible que, lejos de rectificar, consigan cargar sus culpas sobre el liberalismo y los liberales?"
Los argentinos con mayor razón aún, deberíamos hacernos el mismo interrogatorio, porque decir liberalismo en nuestra Argentina, es pronunciar una mala palabra, y ningún político se anima a rotularse como tal, no obstante que las ideas liberales estuvieron en las raíces de nuestra organización.
Juan Bautista Alberdi, padre de la Constitución que aún nos rige, fue formado en las avanzadas ideas del liberalismo de su época y no caben dudas de que las incorporó anuestra Carta Magna.
Fue un amante de la libertad que dejó claramente grabado su pensamiento, como cuando señala: "La libertad es el derecho que cada hombre tiene para emplear sin traba alguna sus facultades en el conseguimiento de su bienestar y para elegir los medios que puedan servirle a este objeto.
No hay libertad donde el hombre no puede cambiar de lugar a su antojo. Donde no le es permitido disponer del fruto de su industria y de su trabajo. Donde puede ser vejado, insultado por los sicarios de un poder arbitrario. Donde su seguridad, su vida y sus bienes están a merced del capricho de un mandatario.
Donde se le ponen trabas y condiciones en el ejercicio de una industria cualquiera".
Y eran tan firmes sus convicciones sobre la libertad, como la supremacía del derecho natural sobre todo otro ordenamiento positivo, que en su Fragmento Preliminar al Estudio del Derecho escribe: “El derecho es la regla fundamental de la sociedad humana, el guardián dela libertad individual (...) Viene de Dios, que ha sometido a su gobierno el género humano, como a la gravitación universal el universo físico.
Por tanto es también absoluto, eterno, santo por sí mismo, como la libertad que custodia".
Sin embargo corresponde señalar que Alberdi jamás fue amigo de un Liberalismo a ultranza, sin contenido humanitario.
Entendía que debía equilibrarse con justicia con las necesidades sociales; bien señala:
“La voluntad de un pueblo jamás podrá sancionar como justo lo que esesencialmente injusto".
Alberdi no es el único de los forjadores de nuestra nacionalidad, elque abrazaba los ideales liberales. Mariano Moreno, Manuel Belgrano, Sarmiento, Juan María Gutiérrez, Esteban Echeverría, Bartolomé Mitre y otros, aun cuando disentían en ciertos aspectos con el pensador tucumano, fundaron y organizaron nuestra patria, teniendo claros conceptos de los valores de la libertad.
Echeverría decía con respecto a la libertad individual y a las funciones del gobierno: "La institución del gobierno no es útil, moral y necesaria, sino en cuanto propende a asegurar a cada ciudadano sus imprescriptibles derechos y principalmente su libertad".
Hoy continuamos conviviendo con la misma Constitución alberdiana, de expreso contenido liberal, sin embargo la hemos bastardeado a límites extremos. Leyes y más leyes nos apartan de su espíritu y coartan nuestras libertades.
El Estado se ha vuelto omnipotente como Alberdi nos advierte y los
ciudadanos, sumisos súbditos de los gobernantes de turno. Nos atosigan de impuestos y obligaciones para cultivar su obesidad y satisfacer sus insaciables apetitos; y debemos mantener a burócratas que se quedan con el fruto de nuestro trabajo y acrecientan sus ya abultados bolsillos a nuestras expensas. Claro está que en cada etapa que hemos venido transitando, nos hemos apartado más del justo camino y la decadencia de nuestra Nación es evidente.
Sucedió lo que Alberdi pronosticaba, la “omnipotencia del gobierno es no solamente la negación de la libertad, sino también la negación del progreso social, porque ella suprime la iniciativa privada en la obra de ese progreso”
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