¿Y SI PROBAMOS CON LA . . . LIBERTAD? Por : Cesar Artigas Ledesma Posse .
Comienzo aclarando que soy un liberal y con orgullo de serlo. No libertario. no liberalote.
Veo las tribunas del partido Argentina-Francia y quedo estupefacto del furor de tantos argentinos vibrando por nuestro seleccionado. Es emocionante de verdad. Hablan de unos 50.000 argentinos que viajaron a ese misterioso y temido país que es Rusia. Y pienso cuantos pesos se fueron en ese raid que tantos tuvieron la suerte de poder viajar. La cifra que yo estimo supera los diez mil millones de pesos ($ 10.000.000.000.-), pero acá sigo escuchando que el dinero no alcanza.
Analizo la intervención del Estado para tratar de mantener el dólar a un precio bajo, como si 26, 27 ó 29 fueran cifras distintas.
Si claro, es lógico que estos importes ayudan a los exportadores y frenan en algo las tan disparadas importaciones, que todos nos quejamos de ellas pero pocos entienden el porqué. Pero lo grave para mí, es que con anuencia del FMI, financiamos por ahora hasta (u$s 7.500.000.000.-) siete mil quinientos millones de dólares a precio “conveniente” y recuerdo a todos que a esa deuda hay que pagarla en el tiempo. Ya antes del acuerdo con la entidad internacional se fueron más de 6.000 millones de dólares. Pregunto por qué esto, y no lo entiendo. Posiblemente entiendo poco de economía.
A su vez veo a tantos planeros y piqueteros todos los días haciendo manifestaciones en contra del gobierno elegido democráticamente y por mayoría, y gracias al mismo, todos estos atorrantes comen y viven, más la ayuda que sin duda obtienen de una izquierda y kirchnerismo perverso que no acaba de aceptar que no vuelven más. De verdad no entiendo esto, les pagamos con dinero del pueblo, más las roturas y destrozos que ha diario realizan y atacan a nuestras fuerzas de seguridad con morteros caseros y otras armas, con la gravedad que no se los detiene ni juzgan.
Tampoco entiendo la existencia de unos setecientos mil (700.000) cargos políticos en el país y que no se haya propuesto ninguna variante de ajuste, que es quizás el monto más elevado que podríamos ajustar. Mi cuenta del almacenero me da que se podrían ahorrar con una reestructuración seria, unos 40.000.000.000 (cuarenta mil millones de pesos) en forma mensual. Pero no, seguimos aplaudiendo a inescrupulosos que no están en sus cargos por vocación sino por negocios y negociados.
Me cuesta pensar los monstruosos subsidios a las empresas de transporte, locales y de larga distancia, que se pagan con declaraciones juradas de las empresas y que pude verificar en una provincia que se abonan por unidades que tienen en actividad, por kilómetros y pasajeros transportados. Pero lo divertido (para hacer más amena la nota) es que las unidades en actividad se controlan con papeles (si es que se controlan) y no palpando las ya no existentes fuera de servicio. ¿se entiende? Nadie audita esos subsidios.
¿Y las jubilaciones de privilegio? Esta es quizás la inmoralidad más grande que estamos padeciendo. Un atorrante que estuvo 5 días en la presidencia de la Nación es hoy jubilado de privilegio. Un delincuente que ocupó la vice presidencia del país y se quedó con la máquina de hacer billetes pretende cobrar su jubilación de privilegio e inicia juicio al Estado por ello, de lo que no tengo dudas, lo ganará y cobrará. Y aseguro que se quedó con esa empresa porque para no dejar pruebas, nadie fue a cobrar el valor de la misma en la quiebra.
Los asesores de los diputados y senadores, provinciales y nacionales es otro tema que da vergüenza y bronca. Conozco dos casos puntuales de 43 y 45 asesores. Esto es joda. Y también el caso puntual cuando el sospechado ex gobernador de Jujuy era Senador y tenía de asesor a un crápula tucumano (con ilícitos contra la ANSES) que cobraba como asesor en retribución a su amistad por ex compañeros de rugby, con el correspondiente retorno obviamente. Otro contador de Córdoba era asesor del Ministerio de Economía y su oficina estaba en el bar de al lado del Ministerio, ya que era supernumerario y comentaba que debía estar allí por si alguien reclamaba su presencia. Obviamente, aparte de no hacer nada, se dedicaba a la venta de influencias en el Ministerio. Más? sí, lo último. Un ex senador tucumano me comentaba su pena de no haberse presentado nuevamente a elecciones, ya que en aquel momento cobraban unos $ 25.000, pero me manifestó que entre otras muchas prebendas había perdido el “ingreso por las leyes”. Haciendo uso de mi ignorancia y falsa ignorancia, le pregunté en qué consistía eso. La respuesta fue honesta: “te pagan para que apruebes, para que no apruebes, para que vayas al baño, te enfermes, que perdiste el avión, que te levantes, que te enojes y etc”. Y que en definitiva perdió de ganar los $ 250.000 que se llevaba en forma mensual. O sea, Viva la Patria.
Y los presos cobrando más que los jubilados, con techo y comida, más sindicato. Cumplir sus penas atenuadas y liberados sin reparar el daño realizado ni devolviendo lo robado. País que no se entiende Argentina, con senadores corruptos que no aprueban leyes básicas para que el estado recupere lo que los políticos roban. Vergüenza Nacional. Comencé esta nota con un título que dice: ¿Por qué no probamos con la libertad? Y no entiendo porque no lo intentamos. Y me baso para aseverar esto en la experiencia que nos dejara el Ing. Álvaro Alsogaray durante la presidencia del Dr. Arturo Frondizi, que como Ministro de Economía liberó el mercado cambiario y el valor del dólar se redujo un 24% aproximadamente (de $ 110 a $ 83,6) y se mantuvo estable sin artificios hasta que el Ing. Alsogaray dejó el ministerio. Ese año la Moneda Argentina fue proclamada la “Moneda Estrella” por el Comité Lombard de Londres. Y el 23 de enero de 1961 publicita el “Financial Times” que se le otorga a la moneda argentina el premio “La Moneda Estrella del Año”. Lo que si pido, es que no me vengan con chicanas pueriles diciéndome que el Ing. Alsogaray hablaba de que “hay que pasar el invierno”. Esta fue sólo una frase que se refería a que había que esperar unos meses, y los resultados y el tiempo le dieron la razón. Y también he considerado para exponer estas expresiones mías, las palabras del economista Wilhelm Röpke que he leído en su libro “Crisis del Colectivismo” (publicado en 1949 y aún vigente) cuando dice: “…. No hay ninguna alternativa: la economía nacional no puede prescindir de la silenciosa autorregulación, mediante la competencia y la libre formación de precios, en todos los mercados, incluso el de cambios. Quien destruye esta autorregulación es mucho más criminal que el que hace saltar diques o puentes, pues atenta contra la economía nacional en cuanto organismo viviente….”. En consecuencia, pido por un dólar libre, que lo regule el mercado y que alguna vez volvamos a probar con la libertad. ¿Por qué no intentarlo? Nada más.
