14 de mayo de 2019
BRÓCOLIS RECARGADOS . Prensa : SLT-FAUBA.

El brócoli es reconocido por sus cualidades nutracéuticas, es decir, por los beneficios que su consumo puede generar en la salud humana.
BRÓCOLIS RECARGADOS . Prensa : SLT-FAUBA.
Investigadores de la FAUBA buscan potenciar la expresión de sustancias beneficiosas para la salud humana en el cultivo, sin afectar el rendimiento y aumentando la vida útil después de la cosecha ¿Cómo trabajan generando estrés en la planta con restricciones en el riego?(SLT-FAUBA) El brócoli es reconocido por sus cualidades nutracéuticas, es decir, por los beneficios que su consumo puede generar en la salud humana. Un equipo de investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) busca potenciar el efecto de las sustancias que le otorgan esas propiedades para atender sobre todo a un segmento de la población que requiere alimentos más nutritivos y sanos (como niños, personas mayores y enfermos) y también para que el cultivo tenga una mayor vida útil después de la cosecha, un aspecto fundamental para la comercialización.

Más calidad, mismo rinde
En estos cinco años de trabajo, los docentes de la FAUBA, encabezados por la profesora a cargo de cátedra de Horticultura, Diana Frezza, se concentraron en conocer las características particulares del cultivo, calcular las dosis de riego óptimas y los momentos más oportunos para limitar el acceso al agua. “Al principio estuvimos generando estrés en todo el ciclo del cultivo, después durante los primeros sesenta días, hasta cuando comienza la fase reproductiva. Pero en todos estos casos tuvimos fuertes pérdidas en el rendimiento”, señaló Krizaj. “Ahora venimos trabajando a partir de la inducción floral. Recién en este momento empezamos a estresar el cultivo para desbalancear el metabolismo, que la planta sienta que ‘algo no está funcionando bien’ y busque corregirlo sintetizando una mayor cantidad de metabolitos secundarios”, explicó de manera coloquial. En los experimentos donde se provocó estrés hídrico a partir de la inducción floral, realizaron dos tratamientos con restricciones en la dotación de agua de cincuenta y setenta y cinco por ciento, en cada caso. Tras cosechar las plantas evaluaron las variaciones generadas en la concentración de metabolitos secundarios y las compararon con el tratamiento testigo, regado bajo el requerimiento del cultivo. “Estamos buscando un punto de equilibro donde no se castigue el rendimiento y se obtenga un producto de mejor calidad”, resumió el investigador. Con estos ensayos también se apunta a mejorar la eficiencia del uso del agua para preservar ese recurso escaso, ante las variaciones en el régimen de lluvias (generadas por el cambio climático) y eventuales fallas en el manejo hídrico de la planta, que conllevaría a un estrés del cultivo.Mayor vida útil.
Otro de los aspectos que buscan mejorar los docentes de la FAUBA es la calidad poscosecha. Los investigadores informaron que la parte que consumimos en el brócoli es una inflorescencia y estos órganos poseen una tasa de degradación muy elevada, mucho más alta que la de otros cultivos, como la lechuga y la papa, por citar algunos ejemplos. Por eso la necesidad de aumentar su vida útil y que llegue al consumidor en buen estado.
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