11 de noviembre de 2019
HISTORIA - JUSTICIA - MEMORIA - TRADICIÓN.

Estimado lector, hoy pegado casi solo con abrojos camperos, traigo cuatro palabras de nuestro muy mal tratado idioma, heredado de don Cervantes Saavedra.
HISTORIA - JUSTICIA - MEMORIA - TRADICIÓN.
Rodolfo Griffa
Estimado lector, compañero de tantas horas de lectura, hoy pegado casi solo con abrojos camperos, traigo cuatro palabras de nuestro muy mal tratado idioma, heredado de don Cervantes Saavedra.
Y con razón usted dirá que tienen que ver entre si, estas simples cuatro palabras . . .
Es que en mis desvelos de madrugada, se me ocurre escribir algunos pensamientos, que no son propiamente míos, sino que surgen de mis recuerdos de niño, de algunas cosas de esas que se marcan imborrables en el alma, y quedan como cicatrices del intelecto. Pasaron ya varios minutos, de terminado el día 10 de noviembre, que sumado a 364 más completan un año calendario.
Aplauda la novedad.
Pero esta 365 ava parte de un año, debió significar algo más que un día del año. Si fuéramos una Nación, hoy todos los integrantes, ciudadanos de esa Nación, teniendo en claro, que ya perdimos muchos de vista, el valor y la importancia de ser ciudadanos, celebrar una fecha especial, para el espíritu de esa Nación que : ¿Somos ? ¿ Pudimos ser ? ¿ Todavía podremos ser ?
La respuesta se encuentra escondida en cada una de las cuatro palabras del Título. A mi entender.
Historia: Sucesión de acontecimientos ocurridos a lo largo de muchos años, que merecen el recuerdo respetuoso de todos los ciudadanos de una Nación, que documentados y reconocidos, forman parte de lo mejor de todos y cada uno, que conservan con orgullo, emoción y reverencia, esos acontecimientos, y los transmiten a sus descendientes, para que nadie, nunca deje de reconocer la importancia de los hechos ocurridos.
Justicia :
Es la mayor utopía del hombre. Todos queremos Justicia, pedimos justicia, y son pocas las oportunidades, en que coincidimos que se cumple con la Justicia. Es tan difícil, para unos, como para otros, ponernos de acuerdo para considerar si un acto es justo, segun se aplique, a unos u otros. Por tal motivo con el correr de los tiempos se fueron fijando pautas, leyes, para enmarcar los actos nuestros de cada día, dejando claro, casi, que donde termina el derecho de uno, comienza el derecho del otro. . . Bueno, creo que ese es el intento, no siempre logrado.
Memoria.
Conservar en nosotros mismos, los recuerdos de acontecimiento ocurridos durante nuestra vida, o antes, se guarda en la memoria individual de las personas, y aquellos acontecimientos que pertenecen a todos se guardan en la memoria colectiva, y cuando son auspiciosos, se celebran en comunidad, son los hechos históricos que consideramos efemérides, fiestas patronales y / o patrióticas. La "globalización mercantilista", nos aleja, nos confunde, nos quita identidad, y terminamos perdiendo primero la Historia, y despues la Memoria.
Tradición.
La tradición se remonta a las costumbres de cada familia, que con amor y ternura, recibimos de padres y abuelos, esas cosas antiguas de padres y abuelos, tan difícil de asociar al pos-modernismo.
A esta crujiente actualidad, donde padres y abuelos pueden ser, dos, cuatro, siete, o cualquier múltiplo de la nada, en este mundo de familias ensambladas, incomprensibles y dolorosas, donde con algo de amor, se mezcla dolor e incomprensión de muchos. Y entonces es claro, que la tradición es de todos y de nadie, de como se pueda, y lo más fácil es que se pierda por falta de sustento.
10 DE NOVIEMBRE.
DÍA DE LA TRADICIÓN.
Alguna vez, celebramos el Día de la Tradición. Usted, en este día que terminó,
¿ Vió, escucho, participó, en algún acto donde se recordaran acontecimientos que fueran partes de nuestro acervo nativo. Aquí se reúnen las cuatro palabras con que comienza la nota. No hay Justicia en el olvido, de quienes nos dieron todo, lo que somos , y lo que tenemos. Consecuencia directa, cada día somos menos, y tenemos menos, caminamos a la nada misma, sin pensar ni entender que injustamente dejamos nuestra mejor Historia de lado, sin vergüenza ni dolor.
Sin Historia, no hay Justicia, ni Memoria.
Y los pueblos, sin respeto por la Historia, sin Justicia y sin memoria, se convertirán en parias, en huérfanos, y como tales, no tendrán la heredad de una tradición que sea su mejor patrimonio. No solo, no sabrán quienes son, tampoco de donde vienen, y mucho menos a donde ir.
Su destino no será, no tendrán rumbo, se habrá perdido su destino para siempre, de tal manera, que no se los considere para esclavos, en el último peldaño del descenso social. Cruel destino aceptado por la incapacidad de resolver sus propias miserias, encerradas en cuatro palabras, que al comienzo pareciera no significar nada.
Tradición.
Este octogenario escriba de barrio, pretende es su insomnio, rescatar algo de tu antiguo esplendor, y recurro a la Memoria, para recordar con Justicia, a uno de los poetas brillantes de Nuestra Tradición.
Don Rafael Obligado.
Buenos Aires, 1851 - 1920) Poeta argentino. Autor de una poesía caracterizada por el reflejo de los paisajes argentinos y la recreación de sus personajes populares, está considerado como el mejor continuador de la línea abierta por Hilario Ascásubi y José Hernández, a pesar de que no recurrió, como ellos, a la utilización del lenguaje gauchesco.
En la capital bonaerense comenzó sus estudios superiores de Derecho, carrera que no llegó a concluir. Sin embargo, su acusada vocación literaria y su temprana consagración al cultivo de la creación poética le convirtieron en una de las principales figuras del panorama cultural argentino de su época, en el que se significó por ser uno de los fundadores de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Además, su reconocimiento dentro y fuera de las fronteras de su patria le llevó a ser nombrado miembro correspondiente de la Real Academia Española.
En sus comienzos literarios puede considerársele plenamente como un poeta romántico, seguidor del estilo iniciado por Esteban Echeverría, quien fue el primero en tratar el tema gauchesco sirviéndose del registro culto del lenguaje. Así, Rafael Obligado publicó en 1883 su famoso poema titulado Santos Vega, una extensa composición, escrita en décimas, que consta de cuatro partes: "El alma del payador", "La Prenda", "El himno del payador" y "La muerte". Este poeta, intérprete como nadie de la esencia del gaucho Argentino. Del Gaucho, verdadero personaje de nuestra historia, heroe sin igual en la Historia del Mundo, nadie como el Gaucho derramó Sangre Noble en otras tierras, para llevar Libertad e Independencia a pueblos hermanos, sin un atisbo de ambición ni sed de conquista. Solo los soldados Argentinos, lucharon por toda la América del Sur, sin pedir nada a cambio. Ser libres y conquistar la Libertad para si y para otros, pagando su gesta con su Sangre, y dejando su osamenta sin nombre por donde fuera requerido su brazo y coraje.
Hoy Argentina, volvió a olvidar su tradición, hoy no se recordó con amor y respeto a quienes dieron todo sin pedir nada.
Lo pinta don Rafael Obligado, en el Himno del Payador, de su obra Santos Vega, de la que dejo un fragmento para su emoción y deleite. "-¡Los que tengan corazón,
los que el alma libre tengan,
los valientes, ésos vengan
a escuchar esta canción!
Nuestro dueño es la nación
que en el mar vence la ola,
que en los montes reina sola,
que en los campos nos domina,
y que en la tierra argentina
clavó la enseña española.
"Hoy mi guitarra, en los llanos,
cuerda por cuerda, así vibre:
¡hasta el chimango es más libre
en nuestra tierra, paisanos!
Mujeres, niños, ancianos,
el rancho aquel que primero
llenó con sólo un ¡te quiero!
la dulce prenda querida,
¡todo!... ¡el amor y la vida,
todo es de un monarca extranjero!
"Ya Buenos Aires, que encierra,
como las nubes, el rayo,
el Veinticinco de Mayo
clamó de súbito: "¡Guerra!"
¡Hijos del llano y la sierra,
pueblo argentino! ¿Qué haremos?
¿Menos valientes seremos
que los que libres se aclaman?
¡De Buenos Aires nos llaman,
a Buenos Aires volemos!
"¡Ah!, ¡Si es mi voz impotente
para arrojar, con vosotros,
nuestra lanza y nuestros potros
por el vasto continente;
si jamás independiente
veo el suelo en que he cantado,
no me entierren en sagrado
donde una cruz me recuerde:
entiérrenme en campo verde,
donde me pise el ganado!"
Cuando cesó esta armonía,
que los conmueve y asombra,
era ya Vega una sombra
que allá en la noche se hundía...
¡Patria! a sus almas decía
el cielo, de astros cubierto,
¡Patria! el sonoro concierto
de las lagunas de plata,
¡Patria! la trémula mata
del pajonal del desierto.
Y a Buenos Aires volaron,
y el himno audaz repitieron,
cuando a Belgrano siguieron,
cuando con Güemes lucharon,
cuando por fin se lanzaron
tras el Andes colosal,
hasta aquel día inmortal
en que un grande americano
batió al sol ecuatoriano
nuestra enseña nacional.
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