Siembras atrasadas en la mayoría de los productos con fuertes interrogantes en materia climática tornan cada vez más complejo poder estimar la superficie final.

El ciclo que se inicia, con la incipiente cosecha de trigo, muestra muchos interrogantes en cuanto al área a sembrar, de la cosecha gruesa y la producción final, en función a cómo evolucionará el clima en la región Pampena, NEA y NOA donde se concentra la oferta de granos Argentina.                                    Si bien se esperaba un nuevo récord en trigo, con un área que crecería significativamente respecto del ciclo anterior, los problemas que vivimos en muchas zonas por exceso de humedad como en el Sur bonaerense y la seca persistente en el oeste de esa provincia, Córdoba y santa fe, redujo las expectativas e incluso llevó a una proyección de producción bastante más baja que el ciclo previo con 16.5 mill/ton.                                                                                                                                                            En cuanto a la cosecha gruesa, si bien es prematuro, se observa un marcado retraso en las labores de implantación del maíz con el 30% de las 6.3 mil/has previstas –lo normal a esta fecha es el 50%-, y en soja solo el 4% de un área de 17.2 mill/has de las más baja del quinquenio, también con retraso respecto a la media del 12%.

En girasol, repuntó su siembra en las últimas semanas habiéndose implantado el 80% de un área también deprimida, en especial por la seca que asolo a las provincias del nea. Chaco, un baluarte en la producción girasolera argentina, solo pudo sembrar 60 mil /has vs. Las tradicionales 300/350 mil has.

En síntesis, siembras atrasadas en la mayoría de los productos con fuertes interrogantes en materia climática tornan cada vez más complejo poder estimar la superficie final y por ende la producción de esta campaña.

De mantenerse este ritmo, no obstante se completaría una área de las más bajas de los últimos cinco años, con una producción que podría oscilar en torno a los 130 mill de toneladas, bastante lejos del ultimo record de tres años atrás que superó ampliamente las 142 mill/ton.

Esto pone de manifiesto dos cosechas consecutivas a la baja, lo cual hace temer de un nuevo estancamiento productivo, como el vivido entre los años 2011/2015, y aleja las estimaciones de cosechas hacia fines de la década de más de 160 mill/ton

Lamentablemente ello se da en un contexto de buenos precios internacionales que hubiese permitido un ingreso de divisas mucho más alto, algo que cualquier administración aspira para poder equilibrar sus cuentas. La demanda mundial esta habida de mercadería y este sin dudas era un ciclo para incrementar fuertemente los saldos exportables.

No obstante ello, las 130 mill/ton previstas, permitirán exportar al menos 92 mill/ton, lo cual pone de manifiesto el alto nivel de dependencia del comercio externo de nuestra oferta (70%) y lo relevante del sector agroindustrial granario en los ingresos  de divisas de nuestro país.

Pensemos que este saldo con valores medios de materia prima y productos elaborados (aceites, harinas, biocombustibles, etc.) En torno a 343 dol/ton casi 45 dol/ton superiores a los del año pasado, permitirá ingresos de aproximadamente 32.000 mill/dol, es decir algo menos del 50% de los recursos recibidos por todas las exportaciones argentinas.

Al mismo tiempo, la recaudación fiscal en materia solo de derechos de exportación, al margen de ganancias, IIGG, impuesto al cheque, impuestos provinciales, municipales etc. Que tiene que afrontar el productor agropecuario, superaría los 7.300 mill/dol.

Es por ello, que sin duda este sector se constituye en el mas dinámico y eficiente de la economía argentina, dándole vida a los más remotos pueblos de la región, generando un sin número de empleos directos e indirectos, y que podría ser aún mucho más grande si finalmente las autoridades tomaran conciencia de esta realidad, simplemente dejándolo producir que es lo mejor que sabe hacer.                  Por ello, y a pesar de muchos Argentina, es y seguirá siendo una potencia agroindustrial por excelencia.