Tres funcionarios estadounidenses dijeron el martes a la NBC que Israel, usando aviones de combate F-15, realizó el ataque aéreo contra una base militar controlada por Irán en el norte de Siria esta semana, en el último enfrentamiento entre Teherán y Jerusalén.                                                                                      Las autoridades estadounidenses anónimas dijeron que Israel parece estar preparándose para un conflicto activo y que está buscando asistencia estadounidense, destacando las recientes visitas a Estados Unidos del ministro de Defensa Avigdor Liberman y los viajes a Israel de altos funcionarios estadounidenses.                                                                                                                                                    Según NBC, el objetivo del ataque del domingo por la noche fue un cargamento de armas entrantes, incluidos misiles tierra-aire, que fueron entregados recientemente desde Irán.                                               Los recuentos de víctimas del ataque han variado, pero la mayoría ha puesto el número de víctimas entre 16 y 38, incluidos muchos iraníes. Irán negó que alguno de sus soldados haya muerto en los ataques y que alguna de sus bases en Siria fue blanco de ataques.                                                                                                                            El ataque a la base aérea del domingo por la noche se localizó al sur de la ciudad de Hama en el noroeste de Siria y perteneció a la 47ª Brigada del ejército sirio, pero según los informes ha sido utilizado como cuartel general de las tropas iraníes durante varios años.                                                       Funcionarios estadounidenses e israelíes han estado monitoreando a medida que Irán ha aumentado el número de aviones de transporte que envía desde su aeropuerto de Mehrabad en Teherán a Siria.             A los funcionarios estadounidenses e israelíes les preocupa que estos aviones estén cargados con municiones avanzadas, que podrían usarse potencialmente contra Israel.                                                   El día anterior al ataque, uno de esos aviones fue avistado por un vigilante civil, usando un software de seguimiento de vuelo de código abierto, mientras volaba desde Teherán hacia un aeródromo en Hama.

La explosión del ataque aéreo se podía ver desde kilómetros de distancia y registró un sismo de 2.6 en la escala de Richter en sismógrafos cercanos, probablemente de las municiones en el depósito de armas y no del bombardeo inicial.

Los funcionarios israelíes se han negado a comentar sobre el ataque. Ni Siria ni Irán han acusado públicamente a Israel de llevarlo a cabo, aunque muchos medios de comunicación afiliados a ellos han señalado al Estado Judío. Algunos han afirmado que los Estados Unidos o el Reino Unido estaban detrás del ataque.

Una compañía satelital israelí reveló el daño causado al sitio. Las fotografías aéreas mostraron que al menos 13 edificios fueron atacados en la base de Hama.

Hablando bajo condición de anonimato sobre el ataque, un funcionario de la coalición que respalda al dictador sirio Bashar Assad dijo que se puede esperar que Teherán responda a Israel por el bombardeo, según el New York Times.

Sin embargo, es probable que Irán espere hacerlo hasta después de las elecciones parlamentarias del 6 de mayo en el vecino Líbano, donde su aliado Hezbolá está presentando candidatos, dijo el funcionario.

Teherán envió a unos 80.000 combatientes financiados por Irán para respaldar a las fuerzas del presidente sirio Bashar Assad en la guerra civil de siete años del país, dijo el embajador de Israel ante las Naciones Unidas, Danny Danon, la semana pasada.                                                                                      Israel ha declarado que el atrincheramiento militar de Irán en Siria es inaceptable, por temor a que Teherán pueda utilizar al país como trampolín para ataques contra el Estado Judío.