Los donantes de orgános.                                                                                                       Por  Dr.Francisco Bénard‏ .

Escribirles a ellos, a los que dan vida a los demás, es algo realmente emocionante.                                              No me referiré concretamente a los padres, que son los que originan el nacimiento de nuevos seres que                         son los hijos, sino a aquellos a quienes todos conocemos como los "donantes de órganos".                                                 Estos merecen un especial homenaje. 
La vida todos la defienden a muerte y a la muerte se la combate a veces con vida de otros que ni siquiera conocemos.
A veces la decisión la toma una persona ya con vida, como es mi caso y en otros casos es la familia que por una cuestión de amor y trascendencia de la vida de su familiar en la prolongación de la vida de otro, decide la tan importante donación de órganos vitales.
Hemos visto muchas veces la desesperación de ciertos familiares ante momentos dramáticos de sus seres queridos,                     buscando la tan esperanzada "donación". 
Donar es regalar vida. 
Como Dios da la vida tengamos presente que Dios apreciará nuestro gesto.
Gracias al Señor la costumbre de "donar órganos" se va extendiendo. Sin embargo el camino a recorrer es largo aún.
Las demandas de órganos superan a los donantes ,por lo que deberíamos profundizar el tema concientizando a la                         población para que se generalice el tema de la importancia de donar órganos. 
Así como vemos desesperación en muchos rostros, después de haber superado el momento y recibido la donación,               vemos alegría en esos mismos rostros.
La vida continúa para ese familiar y con ello la esperanza para sus más allegados.
Quienes lean estas cortas reflexiones piensen que pueden ser dadores de "vida".
El premio será pensar en las caras sonrientes y llenas de alegría de sus familiares. 
Con sólo pensar en ello ya podrán ser felices.