Murió solo,Tenía 3.500 amigos en Facebook, pero nadie lo conocía .                             Era bromista y hacía gala de su agudo sentido del humor”

José Ángel Taboada parecía tener dos vidas, la real y la digital. En su entorno diario, apenas hablaba con sus vecinos, era huraño y vivía entre bolsas de basura. Sin embargo, en Facebooksu historia era distinta: tenía 3.500 amigos y publicaba contenidos constantemente. A inicios de abril murió solitario en su vivienda y nadie ha reclamado su cuerpo. 
Los bomberos lo habían encontrado muerto y atrapado entre kilos de basura.                                                                     En su tumba no hay nombre ni cruz, sólo el número 113 señala su lugar en una fosa de beneficencia ubicada en Vigo, España, donde él era originario.

En cambio, su cuenta de Facebook tenía más de 3.500 amigos -han ido disminuyendo- que probablemente nunca conoció. Ellos tampoco interactuaban mucho con José hasta que su perfil tuvo un cambio.                                                 Pasó a tener una leyenda que dice ‘Remembering’ (recordando / en memoria). Ahí fue cuando conocieron que ese contacto había muerto. 
Dori Macía, la confidente de José en esa red social le describió a Crónica su percepción del hombre. “Era bromista y hacía gala de su agudo sentido del humor”. 
La mujer estaba preocupada por la repentina ausencia de su amigo en la red social, así que preguntó en Facebook por él pero nadie contestó. No había señal de ello en su perfil, pero aquel hombre sufría del síndrome de Diógenes. 
                

Su amiga de Facebook lo siguió buscando, pues el silencio en las redes la inquietaba. Dori informó a medios españoles que ella incluso cargó la cuenta de celular del hombre. 
“Creí que se había quedado corto de crédito”, dijo ella. Sin embargo, él seguía sin llamar. Incluso, la mujer llamó a la parroquia del pueblo de su amigo y le prometieron investigar. Nunca devolvieron la llamada. 
Su entierro fue solitario, sólo asistieron dos mujeres. Sus vecinos no saben a ciencia cierta si José tenía una hija y era viudo o si eso era un rumor.                                                                                                                                                           El examen forense del cuerpo delató que el deceso se produjo de forma natural, nadie atentó contra su vida. 
El caso de José muestra la verdadera cara de Facebook.                                                                                               Muchas de las personas que la gente tiene agregada como “amigos”, en realidad no lo son.                                             En esta situación sólo uno de los más de 3.500 se preocupó por él, para los otros su muerte pudo haber pasado desapercibida .