Memoria. . .

Ayer fue la Constitución Nacional, que publiqué, hoy un acto de la historia no tan lejana, para tener en cuenta, porque la gente olvida lo que ocurre muy facilmente.                                                                   Tanto que hoy, mienten descaradamente, quienes tienen la obligación de difundir  los acontecimientos tal como fueron,                   y no distorcionados para cambiar la verdad.Relevado ya de sus cargos en el Estado cubano, el Che Guevara volvió a Iberoamérica en 1966 para lanzar una revolución que esperaba que fuese de ámbito continental: valorando la posición estratégica de Bolivia, eligió aquel país como centro de operaciones para instalar una guerrilla que pudiera irradiar su influencia hacia Argentina, Chile, Perú, Brasil y Paraguay. Al frente de un pequeño grupo intentó poner en práctica su teoría, según la cual no era necesario esperar a que las condiciones sociales produjeran una insurrección popular, sino que podía ser la propia acción armada la que creara las condiciones para que se desencadenara un movimiento revolucionario; tales ideas quedaron recogidas en su libro La guerra de guerrillas (1960).

El fracaso del Che y su muerte en bolivia, impulsaron que el comunismo internacional, desde Cuba dieran apoyo a trasnichados ideólogos de izquierda, que al no tener eco en las mayorias de los pueblos hispano-americanos, desarrollaron guerras de guerrilla en varios paises, generando crueles guerras que nos bañaron de sangre, la mayoria inocente, pero que permitió que algunos jerarcas, con asaltos y secuestros, consiguieran verdaderas fortunas, para vivir muy bien en el exilio, y luego volver a sus paises de origen, y ocupar cargos en las mismas democracias que trataron de destruir con sus embates.                          Claro que en el  camino quedaron las vidas de cientos de sus seguidores, muertos en convate, detras de una mentira, demostrada hoy, de sus jefes que solo ganaron para si, lo que, a los seguidores, los llevó a la muerte.