En momentos en los que la sociedad cuestiona seriamente los descomunales gastos del estado, la trayectoria laboral del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quedó en el centro de la polémica.
En ese sentido, el candidato presidencial más votado durante las PASO, Javier Milei, aseguró que es necesario reducir la cantidad de dinero que cuesta sostener a una administración pública superpoblada e ineficiente.
En efecto, la cantidad de ministerios nacionales, empleados públicos y planes sociales que el gobierno de Alberto Fernández financia mes a mes, son uno de los principales objetivos del “operativo motosierra” del economista, en caso de ganar en octubre.
En este escenario, los casi treinta años ininterrumpidos de cobrar dinero del estado por parte del gobernador Kicillof resultan llamativos. El dirigente kirchnerista comenzó su carrera política como empleado de la secretaría General de la presidencia de la Nación en el año 1994, en pleno apogeo menemista. Aparentemente, sus reiteradas críticas al modelo neoliberal de la década del 90, por aquel entonces, quedaron acalladas bajo el peso de un jugoso contrato.
Su siguiente contrato del estado llegó en el año 2005 de la mano de la Universidad Nacional de General Sarmiento. Pocos meses después, comenzaría a cobrar más dinero del gobierno como parte de la comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del plan nacional de Inversiones Hidrocarburíferas, a lo que se sumó su rol como integrante del comité ejecutivo del PROCREAR.
Su golpe de suerte llegó en el 2009, cuando fue nombrado CEO de Aerolíneas Argentinas y, en el 2011, gerente General del deficitario organismo, semanas antes de ser designado secretario de Política Económica y Planificación del Desarrollo de la Nación bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
Al igual que su esposa, Soledad Quereilhac, quien actualmente cobra múltiples contratos del estado, el actual gobernador Kicillof combinó sus cargos de ministro de Economía y diputado nacional con contratos de la Universidad de Buenos Aires y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas CONICET.
En vistas de la trayectoria laboral del gobernador, la impactante performance de Javier Milei en las PASO plantea mucho más que el final de su mandato político. Es la amenaza pendiente del final para el modo de vida de toda la familia Kicillof, a través de un método revolucionario para los cánones kirchneristas: dejar de cobrar dinero del estado y comenzar a producir algo. www.REALPOLITIK.com.ar.