El proyecto es dirigido por el investigador del INTA y de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA), Jorge Birgi, quien adelantó que el de Esperanza será de similares características productivas, pero con un CINCUENTA POR CIENTO más de superficie.
La técnica consiste en cultivar sin suelo, en un medio líquido a través del cual se entregan los elementos nutritivos a las plantas.
Entre sus principales cualidades se destacan la eficiencia en el uso del agua, las posibilidades de automatización del proceso y la optimización de espacios pequeños, pudiéndose implementarla en lugares con condiciones climáticas adversas para la producción como las que presenta el ambiente antártico.
Fundada el 17 de diciembre de 1952 por el coronel del Ejército Argentino Edgar Leal, la base Esperanza operó en manera ininterrumpida y alberga las familias del personal.
Este año son casi veinte los hijos del personal que la habitan.