En los Países Bajos, el partido de extrema derecha de Geert Wilders obtuvo una victoria histórica en las elecciones generales de noviembre. Nuestra reportera Valérie Gauriat explora las causas de este espectacular cambio político en los Países Bajos.

Por :  VALERIE GAURIAT           En el mercado central de Róterdam, la segunda ciudad del país y una de las que obtuvo uno de sus mejores resultados en las últimas elecciones, el líder populista se ha ganado a algunos, como un vendedor de quesos al que entrevistamos. «He votado a Geert Wilders», admite. «Algo tiene que cambiar en los Países Bajos», afirma. «Dentro de unos años me gustaría comprarme una casa, pero de momento es muy difícil en los Países Bajos, así que estas elecciones son algo bueno para mí», señala.

Un cliente del mercado nos dice: «Yo no voté a Wilders, ¡pero me gusta! Mucha gente en los Países Bajos está harta de que el Gobierno escuche a todo el mundo menos a los neerlandeses».

También preocupan los remedios propugnados por Geert Wilders, conocido por su retórica antiinmigración, islamófoba, euroescéptica y escéptica con respecto al clima.

«Puedes estar descontento con la situación económica o con tu situación personal, ¡pero eso no es motivo para reaccionar así!», dijo un transeúnte. «Me preocupa el futuro, el de todos, ¡y más aún el de los inmigrantes!

  En los Países Bajos, el partido de extrema derecha de Geert Wilders obtuvo una victoria histórica en las elecciones generales de noviembre. Nuestra reportera Valérie Gauriat explora las causas de este espectacular cambio político en los Países Bajos.

La encarnación de la extrema derecha en Holanda, Geert Wilders, líder del PVV, o Partido de la Libertad, se impuso en las elecciones generales del pasado noviembre con el 23% de los votos. El adalid de la preferencia nacional dio en el clavo en un clima de profunda crisis económica y social.

Entre la esperanza de cambio y la preocupación.