Milei con Ocampo: en diciembre uno podría gobernar la Argentina y otro ser presidente del BCRA. . Imagen: Twitter Emilio Ocampo
QUE IRIA AL CENTRAL SI GANA MILEI.
Por : Juan Pablo Csipk.
Crítico de San Martín y descendiente de familias patricias argentinas, el economista le discute la letra de la Constitución al presidente de la Corte Suprema. Un perfil de quien el líder de La Libertad Avanza pondría al frente del cierre BCRA.
Javier Milei confirmó este viernes a Emilio Ocampo, uno de los referentes económicos de La Libertad Avanza, como presidente del Banco Central si la extrema derecha llega al gobierno. El economista es un fogonero de la dolarización desde antes de que Milei la proclamara en su programa y uno de los integrantes del equipo de La Libertad Avanza que proviene de «la casta».
“Emilio Ocampo va a ser el presidente del Banco Central. Lo va a cerrar, tiene la misión de cerrarlo”, afirmó el candidato presidencial en declaraciones radiales. Dijo que Ocampo está “feliz de la vida”ante ese desafío.
Vaticinó que «en 16 meses todos los pesos se canjearán por dólares”.
Ergo, la Argentina se dolarizaría para abril de 2025.
Un libro para dolarizar.
El plan de acción de Ocampo quedó plasmado en un libro titulado Dolarización: una solución para la Argentina, que escribió con Nicolás Cachanosky en 2022.
A partir de su edición y de las loas de Alberto Benegas Lynch (numen intelectual de Milei y padre de un candidato a diputado nacional), se sumó a las huestes de La Libertad Avanza.
El libro contó con los elogios de Roberto Cachanosky, tío del otro co-autor. «Un trabajo excelente, sin sanata (sic) y con gran rigor ciéntifico y, al mismo tiempo, lo pueden leer quienes no son economistas».
Curiosamente, un año después, el tío Roberto critica la viabilidad de la dolarización por la falta de divisas. En 2018, había encabezado una ponencia a favor de dolarizar, cuando las reservas no eran tan escasas y acababa de ingresar el desembolso de 44 mil millones de dólares del FMI, con el que el gobierno de Mauricio Macri aceitó el sistema financiero para una descomunal fuga de divisas.
En aquella ponencia en el CEMA (cuyo titular de entonces era Carlos Rodríguez, otro recién llegado al redil de Milei), Cachanosky compartió escenario con el ultraliberal Jorge Ávila y con una cara no tan conocida del bloque civil de la dictadura: Alejandro Estrada.
Fue secretario de Comercio de Martínez de Hoz y se le atribuye aquella sentencia según lo cual «da lo mismo producir acero que caramelos”, dejando todo al arbitrio de la demanda del mercado.
Su origen patricio
La periodista Ivy Cángaro investigó la vida de Ocampo.
Su apellido lo liga a la tradición de las familias patricias argentinas.
Es sobrino en segundo grado de dos figuras centrales de la cultura nacional: Victoria y Silvina Ocampo.
Además, desciende de Manuel Aguirre (bisabuelo de las Ocampo), quien negoció en Estados Unidos el reconocimiento de la independencia argentina y consiguió los barcos para la campaña de San Martín de Chile a Perú.
Más tarde, acompañó a Bernardino Rivadavia, que lo designó al frente del Banco Nacional.
En ese gobierno nació la deuda externa con el empréstito de Baring Brothers.
El pariente de la creadora de la revista Sur y de la autora de Autobiografía de Irene se graduó en Economía en la UBA y tiene un master en Chicago, la cuna del monetarismo. Trabajó en los Estados Unidos como ejecutivo del Chase Manhattan, Salomon Brothers y Morgan Stanley. De vuelta en la Argentina, fue director del Centro de Estudios de Historia Económica de la Universidad del CEMA y miembro del Consejo Académico de la Fundación Libertad y Progreso, otro think-tank neoliberal, en el que figura Manuel Solanet, otro exfuncionario de la dictadura.
Sus cuestionamientos a San Martín
Ocampo tiene otro antepasado que hay que destacar: Carlos María de Alvear. El abuelo de Marcelo Toctuato de Alvear fue un enconado rival de José de San Martín en la guerra de Independencia y en 1815 llegó negociar el tutelaje de la corona británica en el Río de la Plata.
Según el economista que podría presidir el BCRA, la idea de San Martín como «padre de la Patria», es un «mito».
Lo aseguró en una entrevista de 2017, a raíz de una investigación.
«Si uno es el Libertador de América, ya, de por sí, mira a los demás países desde otro escalón.
Alimenta un poco más la idea de excepcionalidad y superioridad, algo que, a los argentinos, se les critica desde tiempo inmemorial», afirmó.
En su investigación se basa en un supuesto plan de Napoleón Boanaparte para promover la independencia de las colonias españolas en América.
“Leyendo los informes de los agentes británicos en esta parte del mundo, empecé a descubrir una historia que no tenía nada que ver con la que me habían enseñado», aseguró.
Según el economista, San Martín no tenía un proyecto emancipador, sino más bien monárquico.
«Si San Martín fue el padre de la patria, nos abandonó justo cuando más lo necesitábamos, es decir, cuando debíamos crear un gobierno nacional.
Como sociedad sufrimos inconscientemente un síndrome de abandono paterno», afirmó entonces. Adujo que el relato mitrista cimentó la imagen posterior.
Actividad privada y negocios con el Estado
En 2010, un grupo de diputados, encabezado por Claudio Lozano, presentó un pedido de informes sobre las actividades de Arcadia Advisors, una empresa que Ocampo fundó con su primo Marcelo Etchebarne Mihanovich.
El pedido de informes se refiere a «la sospecha acerca del tráfico de influencias» que «aparece tras haber identificado la participación de Arcadia Advisors» en el canje de deuda. Se detalla que si bien Arcadia «viene preparando este canje como actor protagónico desde el año 2008» con otros tres bancos que intervenían, «en ningún momento había sido mencionada por el Ministerio de Economía».
Agrega el pedido de informes:
«La ilegalidad se observa en el hecho objetivo de que el grupo financiero que lidera la operación es al mismo tiempo representante de los bonistas y autor de la oferta financiera. Es decir, se diluye de manera absoluta la relación Estado-deudor versus bonistas-acreedores, ya que el grupo financiero liderado por el banco Barclays unifica ambos polos de la relación».
Y puntualiza: «La sospecha se agrava cuando se sabe que Arcadia es conducida por los doctores Emilio Ocampo y Marcelo Etchebarne y cuando se constata que esta consultora y el último de los nombrados han participado en los canjes de deuda provinciales de Formosa, Mendoza, San Juan y Provincia de Buenos Aires (en todos los casos gobernadores claramente alineados con el Gobierno Nacional)».
Mucho más atrás, el camino de Ocampo se había cruzado con el de otro protagonista del armado económico de Milei.
En aquella oportunidad, ambos estuvieron en distintos lados del mostrador.
Corría 1998. Carlos Rodríguez era entonces el viceministro de Roque Fernández, que también está hoy con Milei.
El número dos salió a vender acciones de YPF, en lo que sigfnificó el ingreso de Repsol.
Ocampo estaba en Solomon Brothers, el banco de inversión que fue parte de la intermediación.
Nicolás Gadano, que fue funcionario del gobierno de Macri, recordó en TW la carta de intención de Rodríguez dirigida a Ocampo.
Polémica con Rosatti por la dolarización,.
Pese a no ser abogado, Ocampo se propuso refutar en materia de leyes nada menos que al presidente de la Corte Suprema.
Horacio Rosatti dijo en una reciente entrevista que la dolarización colisiona con el artículo 75 de la Constitución Nacional, que versa sobre las atribuciones del Congreso.
El inciso 6 habla de «establecer y reglamentar un banco federal con facultad de emitir moneda, así como otros bancos nacionales».
En el inciso 11se lee: «Hacer sellar moneda, fijar su valor y el de las extranjeras; y adoptar un sistema uniforme de pesos y medidas para toda la Nación».
El inciso 19 remarca además «la defensa del valor de la moneda».
Ocampo sostiene que «la Constitución de 1994 nunca agrega el adjetivo ‘nacional’ cuando se refiere a la moneda».
Confiando en que para todo hay solución, llegó a escribir esto: «Las objeciones de inconstitucionalidad mencionadas podrían ser fácilmente subsanadas si el Congreso, por ejemplo, siguiera el esquema salvadoreño o se le ordenara al Banco Central ‘sellar’ una moneda de un peso, fijar su valor en relación al dólar y guardarla en una caja fuerte en el sótano de la Casa Rosada.
Otra manera de obviar la supuesta inconstitucionalidad sería proceder como lo hizo Ecuador. Se acuñarían monedas metálicas fraccionarias que circularían de manera paralela y cuyo valor estaría fijado al dólar.
Con un poco de imaginación es posible diseñar otras soluciones al problema».
Nada dice de las «bondades» de la dolarización en un país con una incidencia mayor a la de Ecuador y El Salvador en el mercado mundial, de por sí con una economía más grande que las de esas naciones, ni de los alertas sobre la fenomenal licuación del salario real en un esquema en el que a mayor falta de dólares, más grande sería esa depreciación.
Pero «con un poco de imaginación es posible diseñar otras soluciones al problema».
Por : Juan Pablo Csipk.
Fuente : Pagina 12.