Oriana Rivas.
El Partido Liberal pedirá un juicio político contra el presidente brasileño por el «delito de responsabilidad» que habría cometido al calificar el proceso de destitución de Dilma Rousseff en 2016 como un «golpe de Estado».
Ubiratan Sanderson, diputado por el Partido Liberal de Brasil, anunció que presentará un pedido de impeachment contra el actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, convirtiéndose en la primera solicitud de juicio político contra el mandatario izquierdista en menos de un mes en el cargo.
Así, el funcionario cumple lo que había anunciado días atrás de «una oposición firme» a partir del 1 de febrero cuando la Cámara de Diputados y el Senado retomen sus actividades. La acusación parte de un «delito de responsabilidad» que habría cometido Lula da Silva al aseverar que fue «un golpe de Estado» lo que sacó a la expresidente Dilma Rousseff del poder en 2016.
“Al afirmar públicamente, en discurso oficial, ante autoridades extranjeras, incluso, como presidente de Brasil que el juicio político a Dilma Rousseff fue un golpe de Estado, el actual presidente ataca de manera airada, abyecta y contraria a la verdad, la democracia brasileña”.
En efecto, Lula da Silva lanzó esta teoría en Buenos Aires a propósito de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), donde asistieron 33 presidentes y demás delegados de los países miembros, con lo cual calificaría para el pedido que ahora saldrá desde el Partido Liberal. Además, esta organización política de derecha en la que milita el expresidente Jair Bolsonaro, consiguió la primera minoría en la Cámara de Diputados en las elecciones del pasado 2 de octubre.
«Discurso mentiroso»
Expertos ya habían avizorado lo que pasará en la presidencia de Lula da Silva y las grandes posibilidades de ser sometido a un impeachment. No será un mandato sencillo para el socialista, quien para llegar al poder tuvo que formar un frente amplio con otros partidos políticos. En caso de no repartir suficientes cuotas de poder, podría pasar al banquillo de los acusados en el Legislativo. Además, hay que tener en cuenta que lo adversan casi la mitad de los electores brasileños junto a una oposición que no le dejará pasar ningún desliz. Al parecer, ya dio el primer paso en falso.
El diputado Ubiratan Sanderson asegura que se trató de «un discurso absolutamente mentiroso, falso en su totalidad, que no puede ser aceptado por este Parlamento”. Y es que en 2016 la destitución de Rousseff pasó por todas las vías legales, tras ser acusada de maquillar el déficit en el presupuesto nacional. Antes de eso, ya su reputación se había venido abajo por el caso de los sobornos en Petrobras.
Lo que explica el parlamentario es que Lula da Silva viola la Constitución y los tres poderes de la República «al criticar el proceso de destitución de la expresidente», reportó Veja.
El pedido formal de impeachment a Lula se concretará apenas el Congreso inicie su nuevo periodo de sesiones.
«No habrá descanso»
Líderes conservadores reaccionaron al anuncio. Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente Jair Bolsonaro, fue uno de ellos. «Primer pedido de juicio político a Lula: delito de responsabilidad al decir que Dilma sufrió un golpe de Estado en 2016. ¡No vamos a dar descanso!», escribió en Twitter.
Precisamente sus palabras van acorde con lo que decía Sanderson días atrás. «Estamos organizando una oposición firme, fuerte, ética, ordenada, pero combativa, para que a partir del 1 de febrero la bancada de derecha de la Cámara y del Senado tengan la fuerza y la voluntad de enfrentarlos», declaró entonces a CNN.
Esta solicitud de impeachment a Lula podrá a prueba la firmeza de la oposición brasileña en los próximos cuatro años.