O UNA HISTORIA DE SUPERVIVENCIA EN UN PAÍS DE LOCOS .
Septiembre de 2022. El gobierno instauró el “dólar soja 1”. Desde las entidades les advertimos a los funcionarios que era un error. Efectivamente, desestabilizó a la producción tambera. Días después, el gobierno dijo que “no había previsto el desequilibrio que iba a ocasionar en nuestra actividad”. Nosotros seguimos peleándola en el tambo para salir adelante.
Noviembre de 2022. Anuncian una nueva edición del dólar soja. Nuevamente reclamamos al gobierno (tanto al ministerio de Economía como a la Secretaría de Agricultura y Ganadería). Finalmente, el 25 de noviembre informaron que iban a implementar una ayuda para aminorar el impacto en el sector y dar una ayuda al productor de hasta 5.000 litros diarios. Así comenzó la dulce espera… y como siempre decimos, el tambo hay que hacerlo igual.
Diciembre de 2022. Se ven claros los efectos nocivos que trajo para los productores reales la implementación del dólar soja 2:
Subieron los precios de los alimentos y los arrendamientos, mientras seguimos padeciendo los efectos de una sequía que nos consume y sigue sin darnos tregua.
Enero de 2023. Los funcionarios anuncian con bombos y platillos en Villa María el tan popular Programa Impulso Tambero. Por supuesto, había que inscribirse, ¡¡¡como si no supieran cuantos y quienes somos!!!
Nos preguntamos, ¿no pensaron en sacar los datos de la liquidación única? Por supuesto que no. Pero después sí se acordaron que existía ¡¡¡y lo usaron para cruzar los datos de los inscriptos!!!
Más tarde se abrió la inscripción… ¡Llegó el día! ¿Qué pasó? La página no funcionaba. O, mejor dicho… funcionaba selectivamente, porque no nos permitía anotarnos en el Programa; pero sí para obligarnos a inscribirnos en el Ruca para poder comprar alimento para nuestros rodeos.
Y llegamos a ¡¡¡marzo!!! Los tamberos seguimos esperando que se realicen los depósitos. Por supuesto, y desgraciadamente, la inflación ya nos achicó en un 20% el aporte, lo que significa poder comprar mucho menos alimento, menos insumos, menos medicamentos, menos…. menos… menos….
Tanto tiempo para generar el pago para los productores es inentendible. Como tambera cordobesa, me pregunto si también tendrán estas demoras en cobrar los sueldos de los funcionarios ¿O a ellos les llegará el dinero en tiempo y forma? Seguramente sí, porque ellos están en el sistema de cobros, mientras que los productores estamos en el sistema de “siempre ponen”, somos los eternos aportantes. Ahí sí figuramos, para que nos envíen demandas, nos intimen, nos inicien juicio o nos embarguen las cuentas.
Y me sigo preguntando, ¿quién es el responsable de ejecutar este Programa? Tenemos que contar con nombres y apellidos para saber a quién tenemos que reclamar. Porque si no, pasa lo que sucede ahora. Se tiran la pelota de uno a otro y en el medio queriendo atajar alguna estamos los tamberos desesperados, sin ninguna contención y mucho menos acompañamiento…. En la misma soledad que produjimos en los últimos años, vamos desapareciendo lenta y silenciosamente. Por desgracia, nuestra voz no es escuchada ni nuestra producción valorada. Si no, no estaríamos atravesando esta situación; seríamos un sector con herramientas para hacerle frente a la crisis que se está viviendo.
¡¡¡Llegó marzo con intervención del gobierno en el precio al productor y con rumores de un posible dólar soja 3!!! Pero este mes también tiene al día 13, fecha que puso nuestra querida Federación Agraria Argentina como fecha límite para que los anuncios y las promesas se efectivicen, o se avanzará en alguna protesta. Y en ese caso, todos los productores nos tenemos que manifestar. Hay que participar y expresarle a toda la sociedad lo que nos pasa, porque de nada sirve quedarnos en la queja, tranqueras adentro, echando culpas a los demás y dejando solos a los únicos que hoy le ponen el hombro a nuestro reclamo, que son las entidades del campo. Ojalá esta vez sea distinto y realmente cumplan. Si no, tendremos que hacernos oir.
Marisa Boschetti. Productora tambera de Alicia, provincia de Córdoba. Secretaria de Finanzas de FAA y referente de lechería de la entidad.