El Grabois y el Belliboni,
con circuitos liberados,
para ayudar a los pobres,
“piquetódromo” inventaron.
Privilegiado lugar que
les permite acampar
junto a Obelisco Central,
al metrobús clausurarlo
y usar calles de letrina
como un promiscuo relajo.
Mientras que a aquel laburante
que no ha sido subsidiado,
y que paga sus impuestos
y está registrado en blanco
se le impide transitar para
ir a su trabajo.
Luis Bardin