Carlos Montaña, Diego Benítez, José Ignacio de Mendiguren y Matías García Fotos de Archivo
DINERO NEGRO DE FUNCIONARIOS ARGENTINOS
Por : CARLOS PAGNI
Sergio Massa amenazó anteayer con meter presos a los que realicen operaciones que debiliten todavía más las penosas reservas del Banco Central.
No supuso que ese mismo día, en Manhattan, alguien tendría una idea parecida.
Sólo que, en este caso, las rejas servirían para penalizar a funcionarios del gobierno nacional y provincial que hayan realizado operaciones que, además de debilitar las reservas, traficarían dinero mal habido.
El abogado Dennis Hranitzky, del prestigioso estudio Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan, se presentó ante la jueza del Segundo Distrito de Nueva York, Mary Kay Vyskocil, para solicitar que conmine al Bank of New York Mellon, a su subsidiaria Pershing, y a American Express, a proveer información sobre movimientos financieros significativos de entidades oficiales y servidores públicos de la Argentina y, en particular, de la provincia de Buenos Aires.
Hranitzky representa a dos entidades, Glacial Capital, LLC y TRSE Holdings, LLC, que el 29 de marzo pasado ganaron un juicio contra el Estado bonaerense por US$35,092,958.41.
Son bonistas que no habían aceptado el canje ofrecido por Axel Kicillof y su ministro de Economía, Pablo López.
Carlos Montaña, mano derecha del ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni.
El escrito nombra también a la abogada Ana María Bazán, quien se desempeñaría en la Asesoría General de Gobierno de Kicillof. Bazán figura, según Hranitzky, en los Papeles de Pandora, documentos filtrados en octubre de 2021 a través del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.
El abogado de Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan observa una paradoja: que Sergio Massa, ministro de Economía y candidato presidencial, haya impuesto controles de capital y que, al mismo tiempo, el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio de Mendiguren, haya utilizado “un intermediario para transferir casi un millón de dólares al extranjero”.
Un futuro discovery revelará más, promete.
El subsecretario de Obras Públicas bonaerense, Diego Benítez (centro), junto al ministro Leonardo Nardini.
La presentación de Hranitzky no se limita a agentes del Estado. Menciona también a “corporaciones con conexiones políticas”.
Habla de que Corporación América, “un operador aeroportuario multimillonario dirigido por Martín Eurnekian, ha movido varios millones de dólares de cuentas bancarias suizas a Argentina”.
Para retratar a Eurnekian, recuerda que “estuvo implicado en los infames Cuadernos, que expusieron una red masiva de sobornos controlada por Cristina Fernández de Kirchner, actual vicepresidenta y presidenta de Argentina de 2007 a 2015″.
Sergio Massa e Ignacio de Mendiguren. Marcelo Manera.
La exposición de Hranitzky ante el tribunal neoyorkino pone en el foco a Allaria, descripta como “una firma de corretaje bien conectada”. Para el abogado, la propia Allaria habría realizado operaciones sospechosas, sobre todo “por la utilización de información privilegiada en la recompra de bonos soberanos por parte de la Anses”.
Ernesto Allaria, el titular de la firma, aparece en esta descripción como alguien con un ascenso patrimonial infrecuente debido a ser “cercano a la familia Kirchner”.
La sagacidad de Hranitsky como litigante está fuera de duda.
En 2012 consiguió, en nombre de un grupo de holdouts que demandaron a la Argentina, el embargo de la Fragata Libertad en el puerto de Ghana; y en 2020 fue el líder de los bonistas que negociaron, con gran éxito, la reestructuración de títulos propuesta por Martín Guzmán.
El abogado evocó esos antecedentes este miércoles, cuando explicó a LA NACION:
“Cuando descubrimos el papel de Mossack Fonseca en la Ruta del dinero Kirchner aprendimos que el discovery estadounidense es una herramienta muy poderosa para descubrir el robo de fondos estatales por parte de funcionarios públicos. Todos vimos lo que sucedió en 2013 cuando surgió esa historia, y estamos ansiosos por ver qué más emerge a medida que tiramos de este nuevo hilo”.
La sagacidad de Hranitsky como litigante está fuera de duda.
En 2012 consiguió, en nombre de un grupo de holdouts que demandaron a la Argentina, el embargo de la Fragata Libertad en el puerto de Ghana; y en 2020 fue el líder de los bonistas que negociaron, con gran éxito, la reestructuración de títulos propuesta por Martín Guzmán.
El abogado evocó esos antecedentes este miércoles, cuando explicó a LA NACION: “Cuando descubrimos el papel de Mossack Fonseca en la Ruta del dinero Kirchner aprendimos que el discovery estadounidense es una herramienta muy poderosa para descubrir el robo de fondos estatales por parte de funcionarios públicos.
Todos vimos lo que sucedió en 2013 cuando surgió esa historia, y estamos ansiosos por ver qué más emerge a medida que tiramos de este nuevo hilo”.
LA NACION