el error de Milei y la insólita renuncia a la batalla cultural . . . contra el kirchnerismo.
Por : DARIO LOPERFIDO .
El resultado electoral en la Argentina vuelve a confirmar un dato histórico.
El peronismo siempre cuenta con ventaja porque usa el Estado, en todos los niveles, para ganar elecciones.
En los municipios, en las provincias y en el Estado nacional. Massa entendió eso y lo llevo al paroxismo: literalmente regaló dinero.
Al clientelismo habitual le sumó rebajas de impuestos (teniendo el Estado quebrado), inventos como el PreViaje y hasta entregas de dinero por la “emergencia”.
El descaro en la utilización del Estado para su beneficio político tuvo un récord en esta oportunidad.
Cuanta más pobreza hay, más posibilidades existen de hacer clientelismo.
Cuando la gente está desesperada tiene muy pocas posibilidades de pensar el futuro, ya que su única preocupación es el presente.
La otra certeza (en un momento de pocas certezas) es que el tema de la corrupción le importa a muy poca gente.
El peronismo es un gran corruptor y corrompió a buena parte de la sociedad.
En esta campaña aparecieron casos graves de corrupción como el caso Insaurralde y todas las revelaciones que tuvimos a partir de su foto junto a las sentaderas de una joven.
Supimos del caso “Chocolate”, que desnudó la corrupción en la Legislatura bonaerense.
La Provincia de Buenos Aires quedó retratada en la campaña como el gran centro de la corrupción argentina.
En ese territorio Kicillof ganó con facilidad y, en lugares como Lomas de Zamora (epicentro de la corrupción de Insaurralde), el peronismo sacó más del 50 por ciento de los votos.
Patricia Bullrich reconoció la derrota, pero se negó a felicitar a Massa y Milei.
«No hemos logrado los objetivo que queríamos para nuestra argentina, pero venimos a ratificar nuestra fuerza, los valores de nuestra causa, que va más allá de un momento electoral, de un momento de derrota, como la que hoy aceptamos.
Pero tenemos la vocación profunda de los valores que llevamos adentro, de la republica, la transparencia, de la lucha contra la corrupción, un país que debe abandonar el populismo si quiere luchar contra la pobreza», sostuvo.
En ese mismo sentido, agregó:
«Quizás esos valores hoy han quedado dormidos, pero nosotros los vamos a despertar todos y cada uno de nuestros días en la lucha por una argentina productiva y sin pobreza.
Importa siempre el camino, los objetivos para nuestra argentina».
Luego, se mostró sumamente confrontativa respecto al peronismo.
«Hace años que la Argentina se hunde en la decadencia», aseguró, y agregó:
«Hemos tenido buenos y malos momentos, pero jamás vamos ser cómplices del populismo, de las mafias que destruyeron este país.
No soy yo quien va a felicitar que vuelva al poder quien ha sido parte del peor gobierno de la historia Argentina».
Finalmente, y visiblemente emocionada, concluyó:
«Vamos a representar los valores de quienes hoy nos votaron y de muchos argentinos que quizás en el corto plazo vuelvan.
Nuestros valores no están a la deriva, no se compran ni se venden.
Vamos a estar junto cada argentino en los tiempos difíciles que se vienen».