LAS PLANTAS » LLORAN » . . . CUANDO SUFREN . . .

Pentagrama

Álvaro Bayón (Vary)                            08.04.2023 | 19:00

Es bien sabido que las plantas no tienen sistema nervioso.   De ahí la curiosidad y fascinación que despierta su capacidad de comunicarse e incluso de anticiparse a eventos.                              Lo cierto es que hay muchos aspectos del comportamiento de las plantas que aún son secretos para la ciencia, pero la investigación va dando frutos, y cada poco tiempo se descubre algo nuevo que sorprende a los investigadores.

Como todos los seres vivos, las plantas experimentan distintas formas de estrés, aunque de un modo muy distinto de los seres humanos y otros animales. Hasta ahora se pensaba que las plantas sufrían ese estrés en silencio, pero gracias a una investigación reciente, publicada  en la prestigiosa revista Cell, hoy sabemos que no es así.

Puede que las plantas no sepan de música, pero sí que siguen un ritmo. shauni/iStock.

Plantas que lloran.

En un estudio, liderado por Lilach Hadany, de la Universidad de Tel Aviv (Israel), los investigadores colocaron micrófonos, en un entorno silencioso, junto a plantas de tabaco y de tomate.                                Algunas de las plantas se encontraban en perfecto estado, mientras que otras fueron sometidas a estrés hídrico —se dejaron sin regar—, o fueron podadas.                                                                                                 Uno de los descubrimientos fue que las plantas emiten sonidos, de forma natural.                                                                                              Una especie de ‘clac’, en un ritmo irregular, con un promedio de un sonido por hora.                                                                                                  Pero más sorprendente fue comprobar quecuando las plantas habían sido sometidas a estrés, aumentaban sus sonidos.El tomate, por ejemplo, llegaba a emitir hasta 35 ‘clacs’ por hora ante el estrés hídrico, y unos 25 ’clacs´ por hora al ser cortadas.                                                     En el caso del tabaco, rondaron los 11 y los 15 sonidos por hora en cada caso.                                                                                                               Las plantas ‘lloran’ cuando son cortadas o necesitan agua.

En este punto, es inevitable preguntarse cómo es que no se han escuchado estos sonidos antes.                                                                      La respuesta está en su elevada frecuencia.                                    El espectro audible del ser humano varía en cada persona, pero el rango oscila entre los 20 Hz y los 20 kHz.                                                                  Los sonidos por debajo del umbral inferior se consideran infrasonidos, mientras que los que superan el umbral superior se llaman  ultrasonidos.

Según la investigación del equipo de Hadany, las plantas emiten sus ‘clacs’ a una frecuencia de entre 49 y 58 kHz con leves variaciones, dependiendo de la planta y del estrés que sufra—, una frecuencia muy por encima del umbral máximo que una persona puede escuchar.           Sin embargo, hay animales que, probablemente, sí sean capaces de escuchar estos sonidos: murciélagos, ratones y polillas podrían estar viviendo en un mundo lleno de los rítmicos sonidos de las plantas.

Plantas micrófono

«¿Qué piensa de esta nueva investigación, señora tomatera?» / «¡Clac, clac, clac!». bymuratdeniz/iStock

Percusionistas, no vocalistas.

Las plantas carecen de cualquier órgano vocálico;                        No tienen pulmones, cuerdas vocales ni boca.                                                   Cómo emiten las plantas sus sonidos no se conoce, aunque hay algunas hipótesis al respecto. Según los investigadores, probablemente la fuente de los sonidos se encuentre en el xilema, el conjunto de tubos que transportan el agua desde las raíces hasta las hojas.

En estos tubos, el agua asciende como una columna continua, que se mantiene cohesionada.                                                                    Según la hipótesis planteada, el estrés generaría burbujas en esta columna de agua, que provocaría el colapso de la tensión-cohesión del agua, suceso que se denomina cavitación.                        En última instancia, esto provocaría un sonido similar al de un estallido.

Es necesaria aún más investigación, ya sea para confirmar esta hipótesis, o para encontrar respuestas alternativas. De cualquier modo, la naturaleza de estos sonidos no está relacionada con la emisión de aire, como nuestra voz, sino con golpes secos.                                              En este sentido, las plantas no se comportan como vocalistas, sino más bien como percusionistas.

No es una comunicación entre plantas

El mismo grupo de investigación de Tel Aviv descubrió recientemente que algunas plantas son capaces de percibir el sonido de ciertos animales y responder en consecuencia.                                                    Específicamente, comprobaron que la onagra (Oenothera drummondiiproduce un néctar más dulce cuando percibe el sonido del vuelo de las abejas.

Con estos conocimientos en la mano, y sabiendo que las plantas pueden comunicarse emitiendo sustancias volátiles e inducir mecanismos de defensa en plantas vecinas, es casi inmediato asumir que la emisión de sonidos de las plantas estresadas pueda ser otra forma de comunicarse, y que las plantas vecinas perciban los ‘clacs’ de advertencia. Sin embargo, parece una hipótesis poco verosímil, puesto que los sonidos son demasiado débiles como para que las plantas vecinas puedan interpretarlos de forma aislada, y responder en consecuencia.

Plantas lloran

El descubrimiento podría optimizar los cuidados de los cultivos. ArtistGNDphotography/iStock.

Utilidad para los cultivos.

Una posibilidad mucho más realista es la posible aplicación de este descubrimiento en la agricultura. De hecho, el equipo de investigación israelí ha desarrollado un modelo de aprendizaje de tipo machine-learning que permitiría, captando los sonidos de las plantas con micrófonos de ultrasonidos, y mediante una inteligencia artificial que procesa los datos y limpia el ruido de fondo, inferir cuando una planta está sufriendo una agresión o necesita agua.

El sistema diseñado tiene una exactitud de un 70 %, y es de esperar que futuras investigaciones permitan mejorar el resultado. Aunque las plantas de tomate y tabaco responden de forma distinta, los investigadores no piensan que sean valores atípicos; bastaría con entrenar a la inteligencia artificial con los sonidos de otras plantas, incluyendo cultivos que sufrirán efectos del cambio climático, como sucede con la vid en España, para lograr monitorizar su estado, comprender las necesidades de las plantas, y optimizar con ello su cuidado.

Referencias:

  • Khait, I. et al. 2023. Sounds emitted by plants under stress are airborne and informative. Cell, 186(7), 1328-1336.e10. DOI: 10.1016/j.cell.2023.03.009
  • Marris, E. 2023. Stressed plants ‘cry’ — and some animals can probably hear them. Nature, d41586-023-00890-00899. DOI: 10.1038/d41586-023-00890-9.-